El agradecimiento a Dios por nuestra nación, por su gente, por las autoridades y por todos los habitantes del territorio y que la región de Tarapacá no se caerá a pedazos, fue la oración que se elevó en el Te Deum Evangélico, culto de acción de gracias a Dios, oficiado en el Templo Betel de la Asamblea de Dios.
La actividad religiosa fue organizada por la Unión de Pastores Evangélicos de Iquique, que preside el Obispo, David Muñoz Díaz y contó con la asistencia de autoridades regionales e invitados, entre las que se contó a la Senadora Luz Ebensperger, el diputado Renzo Trizoti, el Seremi de Gobierno, Rodrigo Vargas, la directora regional de Gendarmería, coronel Nélida Troncoso, delegaciones de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad, entre otros.
En la oportunidad se pidió por todos los habitantes del país y que Dios les de sabiduría y ecuanimidad a las autoridades para la buena conducción del país. Fueron los pastores de diversos templos de la ciudad que oraron para que el futuro del país no decaiga y que la prosperidad llegue a todos los rincones, entre ellos Rubén Sepúlveda capellán de la FACH.
La oración principal estuvo a cargo del pastor Luis Sanhueza, capellán de la Armada y presidente subrogante de la Unión de Pastores de Iquique, quien destacó que “estamos en días de especial significación nacional por la proximidad del aniversario patrio”.
“Dar gracias a los padres y madres que se levantan cada mañana a trabajar para darle un mejor porvenir a sus hijos. A los trabajadores que de manera silenciosa y eficaz construyen nuestra nación. A los jóvenes que padeciendo penurias económicas y algunos también mucha soledad. Se esfuerzan por sacar adelante sus sueños en vista de un futuro mejor”.
Además, dedicó palabras con gran sentido a “los profesores, abnegados profesionales, incansables en todos los estamentos de la educación, que van armando la trama arquitectónica de la cultura y del porvenir de Chile.
A los servidores públicos, que exentos de dificultades e incomprensiones le dan continuidad al Estado, en aras de servir a la ciudadanía. También entregó palabras a los emprendedores y empresarios, a las Fuerzas Armadas de Orden y Seguridad, a los profesionales y trabajadores de la Salud, a los funcionarios de Gendarmería, “que junto a las capellanías y en medio de la adversidad y con mucho empeño, buscan reinsertar a la vida en sociedad a quienes han delinquido. Ustedes son un factor fundamental en la lucha contra la delincuencia y requieren de una mayor atención de parte de la ciudadanía”.
En sus palabras finales dijo que por todo lo expresado, “Tarapacá y Chile no se caerán a pedazos, como algunos pueden creer o vaticina. Frente a la adversidad brota en nosotros un corazón agradecido por esta tierra maravillosa donde habitamos. Puedo decir que Dios está de nuestro lado, pero aun así aparecen los dolores de nuestra sociedad”, expresó.
